Si hay algún símbolo de la cultura y el conocimiento, ese es, sin duda, la biblioteca. Es gracias a ambos que aprendemos a respetar la naturaleza; y es de esa naturaleza de donde provienen los libros que los atesoran.
El color verde representa lo natural, lo novedoso, lo benigno, lo fresco, la esperanza y la ilusión.
El marrón, la tierra y la estabilidad que sustenta y donde se arraiga todo lo anterior y, al tiempo, forma parte de ello.
Las composiciones a base de pastillas de color rectangulares en los carteles informativos potencian el concepto de libro, resaltando sobre ellas el texto en color blanco.
El área blanca de su perímetro aísla y resalta el contenido de los carteles.
La presencia en los estantes de la codificación de la clasificación decimal universal (CDU) y los colores más o menos estandarizados que se les asigna a cada categoría hacen que los usuarios y bibliotecarios tengan claro en qué sección se encuentran.